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LECHE DE ALMENDRAS


Las leches vegetales tienen muchos beneficios para la salud, y el hecho de prepararlas en casa hace que resulten más económicas y naturales que las que podemos encontrar en el mercado. Además de estar deliciosas y de ser muy fáciles de preparar, son ideales si estáis intentando eliminar los lácteos de vuestra alimentación, y son el sustituto perfecto a la leche de vaca. Estas leches vegetales son perfectas para todos aquellos a los que les sienta mal la leche o son intolerantes a la lactosa.


La leche de almendras que os voy a enseñar a preparar hoy es muy remineralizante y es rica en electrolitos. Se digiere muy fácilmente y tiene vitamina A, D, E, proteínas de alto valor nutritivo y calcio. Las grasas que contiene, al ser de origen vegetal, son mucho más saludables que las de origen animal, además de tener menos colesterol.


Sois muchos los que os preocupáis de la obtención del calcio cuando elimináis los productos lácteos de vuestra dieta. Pues bien, las almendras, además de tener bastante calcio, lo contienen en mayor cantidad que la leche de vaca.


Para realizar esta leche de almendras, vamos a utilizar las almendras crudas, sin tostar, y las podéis comprar con piel o ya peladas. Es muy importante que las pongamos a remojo la noche anterior, igual que hacemos con las legumbres, ya que de esa forma vamos a activar las almendras y se van a potenciar todos sus nutrientes. Podéis añadirle el endulzante que más os guste, o por el contrario, hacerla sin endulzar. Yo personalmente, no suelo endulzarla ya que en muchas ocasiones se la añado a los batidos de fruta, que ya son bastante dulces de por sí. Lo que sí que me gusta es añadirle un toque de canela, ya que potencia el sabor de la leche y queda riquísima. Podéis tomarla sola o añadirla a batidos, salsas (siempre y cuando no hayáis endulzado previamente), postres, etc….


Como se trata de una leche casera y natural, carece de cualquier conservante, por lo que no es recomendable tenerla más de dos días en el refrigerador. Yo, cada vez que la hago, pongo la cantidad justa de agua para que me salgan dos vasos para no dar opción a que se pueda estropear. Podéis tomarla fría o caliente, aunque a mí me gusta más a temperatura ambiente, ya que así conserva todos sus nutrientes (con el calor se suelen perder vitaminas).


Os recomiendo que probéis a hacerla en casa leche en casa, ¡¡ os encantará!!


INGREDIENTES:


- 1 L de agua mineral.

- 100 gr. de almendras crudas.

- Pizca de sal

- Pizca de canela (opcional).

- Panela (azúcar de caña), o cualquier endulzante de vuestra preferencia.



PREPARACIÓN:


1. Poner una taza de almendras crudas en remojo la noche anterior.


2. A la mañana siguiente, tirar el agua de remojo y poner las almendras en una batidora. Si disponéis de una batidora algo potente (600 / 800 W), mejor que mejor, ya que evitaremos que se caliente en exceso.


3. Añadir el litro de agua mineral, la pizca de sal, la pizca de canela y el endulzante. Yo en este caso he elegido el azúcar de caña o panela, que es el jugo de la caña de azúcar sin refinar, por lo que conserva sus nutrientes.


4. Batir bien hasta que las almendras estén bien trituradas. Volcar la leche sobre un recipiente con un paño, gasa o bolsa para leches vegetales y colar. Posteriormente, podéis utilizar la pulpa de almendras que os ha quedado para hacer un queso de untar añadiendo aceite de oliva y especias.









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